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LA HIGIENE DENTAL

La higiene dental es esencial para un aliento fresco

No es algo nuevo que cepillarse los dientes es necesario para evitar las caries. Pero, ¿sabías que una higiene dental adecuada también es clave para tener un aliento fresco? A diferencia de la creencia popular, el mal aliento normalmente procede de la cavidad bucal y no del estómago. El olor procede de bacterias que se descomponen en partículas de restos de comida y proteínas que se encuentran entre los dientes, en la parte trasera de la lengua y en las bolsas de las encías. A medida que la comida se descompone, las bacterias producen los conocidos compuestos volátiles de sulfuro (CVS) que se exhalan y se perciben como mal aliento. Por este motivo, el cepillado de los dientes, el uso de hilo dental y el uso de un enjuague bucal regular deben formar parte de tu rutina de higiene oral para tener un aliento fresco y unos dientes sanos.

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Instrucciones para la higiene dental: cuidado personal para un aliento fresco y unos dientes sanos

El primer paso para un aliento fresco es cepillarse los dientes al menos dos veces al día. Elije un cepillo de dientes de cerdas blandas y una pasta de dientes con flúor. Después de cada cepillado, o al menos una vez al día, limpia entre los dientes con hilo dental, un palillo o un pequeño cepillo interdental para eliminar las partículas de comida y la placa que está fuera del alcance del cepillo de dientes. Termina con un enjuague bucal, por ejemplo, CB12, para conseguir un aliento de primera duradero. CB12 combate la causa del mal aliento neutralizando los CSV, en lugar de limitarse a enmascarar los síntomas, y ha demostrado ser eficaz durante al menos 12 horas1. Además de esta rutina diaria, recuerda acudir a tu médico o higienista dental para realizarte revisiones y limpiezas al menos una vez al año.

Azúcar, ácido e higiene dental

El azúcar es el combustible favorito al que acuden las bacterias productoras de gases de tu boca. Cuando estas bacterias se alimentan de azúcar, producen ácido que contribuye a la aparición de caries. El azúcar también les permite reproducirse rápidamente y acumular placa en los dientes y las encías, lo que contribuye al mal aliento. Reducir el consumo de caramelos, así como de comidas y bebidas azucaradas, ayudará a mejorar tu higiene oral y contribuirá a tener un aliento fresco y unos dientes sanos. Las bacterias que causan el mal aliento también prosperan gracias a las comidas y las bebidas ácidas, como los zumos de cítricos y el zumo de tomate. Si tienes mal aliento, intenta no beber más de una bebida gaseosa o un zumo de frutas al día y utiliza una pajita para minimizar la cantidad de tiempo que el ácido está en contacto con tus dientes. Espera al menos una hora después de comer antes de cepillarte los dientes, especialmente si has comido algo azucarado o ácido. Aunque los caramelos y los chicles de menta suelen anunciarse como una solución para el mal aliento, asegúrate de que no contienen azúcar. El sabor a menta puede enmascarar el mal aliento durante un rato, pero el azúcar lo empeorará a largo plazo. En su lugar, opta por productos sin azúcar que contengan el edulcorante natural xilitol, como CB12 boost, un chicle que se puede usar como suplemento para el enjuague con CB12.

Bibliografía:

1 Thrane et. al., Dental Health, Zn and CHX mouthwash is effective against VSCs responsible for halitosis for up to 12 hours, (2009) 48 (3):8-12